jueves, 11 de febrero de 2010

¿Terremoto ecológico en Ushuaia?

Después de escuchar, leer la noticia: "Que en una planta potabilizadora de Ushuaia, descubrieron mercurio en el agua de muestra" investigamos y descubrimos ciertos hechos comunes al Mal de Minamata.
No voy hacer una apología del delito de lo que hoy vivimos en Ushuaia. Pero debo decirlo: "la culpa la tiene el agua, las antenas de telefonía para celulares, la falta de capa de ozono, el PCB suelto en el suelo de Ushuaia, etc.,.."
Pero cuando me hablaron de mercurio un medico me dijo: "a vos que te gusta investigar busca". Así fue que busque en los anales de la toxicología el "Mal de Minamata". Cuando me dijo esa frase mis oídos quedaron sensibles y me decía: " ¿que tendrá que ver Japón con el mercurio y demás yerbas con lo que nos pasa en Ushuaia Principio de todo, Fin de Todo?”. Es que exactamente lo que hoy día estamos viviendo en Ushuaia es lo que pasó allí, hay mucho chicos con problemas neurológicos en Ushuaia, muchos suicidios, inconductas, muertes por cáncer, abortos…¿no parece raro todo esto?
Lo cierto es que Minamata le sigue pasando factura al Japón son más de 9000 personas que buscan ser resarcidas por la contaminación con mercurio anteriores a los años 60.
Ya se conocen algunos de los efectos de la contaminación con metilmercurio en unos 3000 afectados y varios miles más, no registrados aún oficialmente como víctimas del llamado mal de Minamata, uno de las tantas calamidades debidas a la contaminación industrial en el mundo.
Los gobiernos de Niigata, Kumamoto y Kagoshima, que han sido las tres regiones más afectadas por la contaminación industrial con mercurio, ya emprendieron un estudio sobre los efectos del Mal de Minamata, por lo cual han recogido información sobre los problemas de visión y las dificultades para moverse de las personas afectadas por ese mal, y han encontrado víctimas, no reconocidas con los criterios presentes de las autridads japonesas al respecto.
La empresa de químicos Chisso fue la causante de la tragedia ecológica, cuyo total de víctimas según se cree que ya ronda más de 20.000 casos, según Kyodo.
El causante de este desastre ecológico ha sido el exceso de la industrialización japonesa que tuvo lugar entre 1950 y 1970, cuando se antepuso el desarrollo económico a cualquier consideración social.
A comienzos de los años 50 el grupo Chisso era junto a Mitsui, Mitsubishi y Sumitomo uno de los diez más importantes de Japón, con patentes en el sector químico que sirvieron para impulsar el desarrollo de Japón.
Chisso construyó una fábrica en Minamata, a casi 1000 km al suroeste de Tokio, y comenzó a producir mercurio orgánico o metílico (H3CHgCl), una sustancia cancerígena empleada en la fabricación de plásticos denominada cloruro de vinilo (HCClcCH2), y del polivinilo de cloruro (PVC).
Por la decadada de 1950 comienzan a aparecer hechos extraños, locuras entre animales, nacimientos con deformidades, manifestaciones en el ser humano afectados en el sistema neurológico, había nacido la enfermedad de Minamata, un mal de causa desconocida que atacó a los peces que son parte de una cadena alimenticia para llegar más tarde a los seres humanos, en especial a los recién nacidos de las familias de los pescadores residentes en las costas del mar de Shiranui.
Fue la universidad de Kumamoto quien denunció la causa de las muertes, como consecuencia de los vertidos de la fábrica Chisso, esta empresa logró retrasar la clausura de las instalaciones hasta 1968 por acuerdos con las autoridades japonesas del lugar. Preferían el bienestar económico, al de la salud.
Una pila de mercurio puede contaminar 600000 litros de agua, una de Zn-Aire 12000 litros y una pila común 3000 litros.